martes, 16 de agosto de 2011

NECHI DORADO ESCRITORA, POETA, PERIODISTA ARGENTINA (BUENOS AIRES)



Nechi Dorado

Buenos Aires, Argentina

Periodista, escritora, poeta. Autora del libro de cuentos y relatos con fuerte contenido social “Destapando el silencio”, Editorial Amaru, en el que pretendí rendir un homenaje a los seres que sufren la marginalidad y el olvido. Participante en la Antología SURgente de próxima edición.

"No tengo premios más que de la vida, tampoco salí a buscarlos, apenas me atrevo a traducir lo que mi corazón siente en momentos en que el mundo arde y no de amor sino de espanto. Sostengo que quienes fuimos dotados por la vida para dar luz a las palabras, debemos convertirnos en eslabones de la gran cadena humana que intente modificar lo que pretenden, sea un destino señalado.

Voy dibujando mis pasos por este maravilloso mundo de las letras, si soy buena o mala como poeta o escritora, corresponde lo juzguen quienes me lean. "



















NECCHI DORADO POETA ARGENTINA "LA TRAICIÓN"



LA TRAICIÓN

¿A qué sabe la traición?

Sabe a cielo de espanto,

a fuego sucio que arrasa el sentimiento,

carga el odio de un dios excomulgado

hacia el averno feroz, vuelto despojo.


Me sabe a rosa ensartada por su propia espina.

Me sabe a canto de sirena enronquecida.


Sabe a caricia de hielo y repugnancia,

sabe a reptar de serpiente entre la hierba

con furia de Hecatónquiro silbante,

devorando a sus hijos, de repente.


Me sabe a noche sin pan de los hambrientos,

sabe a suspiro contenido frente al miedo,

a rebelión asfixiada del aliento,

a soledad de viejo, en el olvido.


Sabe a arco iris de luto, tras la muerte.

Son cinco dedos huérfanos de mano,

O cinco manos huérfanas de dedos.

Manos heladas que emergen mutiladas

desde algún laberinto inexpugnable

desentrañando frases inconexas.

Va la traición oculta en recovecos intrincados

Atrapando, una a una, a las sonrisas,

en alguna telaraña camuflada.

Sabe a daga ensartada

en la espina dorsal de los sentidos,

abriéndole las vísceras al tiempo.


Sabe a puñal que se clava por la espalda

a corazón que sangra, sin remedio.

Sabe a un adiós instalado para siempre

sabe a puerta cerrada y a lamentos.

No hay vuelta atrás si la traición se instala

haciendo agonizar a la palabra,

entre paréntesis de margen impreciso.


Es como maldición que brota en madrigueras

decretando la muerte de los sueños,

produce enjambre de lágrimas que cuelgan

cual caireles,

desflorando a la lealtad, con su veneno.
*