DIAS
A veces los días
parecen ser inconclusos,
nos quedamos con las ganas,
con una grieta en pecho,
con una flor que no asoma.
Nos dormimos en un verbo
y nos despierta la angustia.
El aire huele a mentira
y el café a poca cosa.
A veces los días raros
tienen un gato en la punta,
que nos estira en el tiempo
y el insomnio perturba.
Esos días boquiabiertos
se tragan nuestras preguntas,
y nos dejan en silencio,
con las pupilas cansadas
y las falanges en pugna.
En esos días fantasmas
donde ni el sol hace sombra,
los muertos lloran la vida
los inmorales, la culpa.
Gabriela Abeal