I
La tierra se hace madrastra
si tu alma vende a mi alma.
Llevan un escalofrío
de tribulación las aguas.
El mundo fue más hermoso
desde que me hiciste aliada,
cuando junto de un espino
nos quedamos sin palabras,
¡y el amor como el espino
nos traspasó de fragancia!
Pero te va a brotar víboras
la tierra si vendes mi alma;
baldías del hijo, rompo
mis rodillas desoladas.
Se apaga Cristo en mi pecho¡
y la puerta de mi casa
quiebra la mano al mendigo
y avienta a la atribulada!
II
Beso que tu boca entregue
a mis oídos alcanza,
porque las grutas profundas
me devuelven tus palabras.
El polvo de los senderos
guarda el olor de tus plantas
y oteándolas como un ciervo,
te sigo por las montañas...
A la que tú ames,
las nubesla pintan sobre mi casa.
Ve cual ladrón a besarla
de la tierra en las entrañas,
que, cuando el rostro le alces,
hallas mi cara con lágrimas.
III
Dios no quiere que tú tengas
sol si conmigo no marchas;
Dios no quiere que tú bebas
si yo no tiemblo en tu agua;
no consiente que tú duermas
sino en mi trenza ahuecada.
IV
Si te vas, hasta en los musgos
del camino rompes mi alma;
te muerden la sed y el hambre
en todo monte o llanada
y en cualquier país las tardes
con sangre serán mis llagas.
Y destilo de tu lengua
aunque a otra mujer llamaras,
y me clavo como un dejo
de salmuera en tu garganta;
y odies, o cantes, o ansíes,
¡por mí solamente clamas!
V
Si te vas y mueres lejos,
tendrás la mano ahuecada
diez años bajo la tierra
para recibir mis lágrimas,
sintiendo cómo te tiemblan
las carnes atribuladas,
¡hasta que te espolvoreen
mis huesos sobre la cara!
ESTOY LLORANDO
Me has dicho que me amas y estoy llorando. Me has dicho que pasarás conmigo entre tus brazos por los valles del mundo.
Me has apuñalado con la dicha no esperada.
Pudiste darmela gota a gota como el agua al enfermo¡ y me pusiste a beber en el torrente!
Caída la tarde estaré llorando hasta que el alma comprenda. Han escuchado mis sentidos, mi rostro,mi corazón.
Mi alma no acaba de comprender.
Muerta la tarde divina, volveré vacilando hacia la casa, apoyándome en los troncos del camino.
Es la senda que hice esta mañana y no la voy a reconocer.
Miraré con asombro el cielo, el valle, los techos de la aldea, y les preguntaré sus nombre, porque he olvidado toda la vida!.
Maravillosa Maestra Divina Gabriela,poeta sensible,desgarrada, vanguardista, feminista, intensa...todo en ella hermoso.
ResponderEliminarNuestra Premio Nobel orgullo de las chilenas !!!!!